Datos faciales: lo que necesita saber para la selección de los protectores faciales adecuados
por Kevin
Beckerdite
El uso de protectores faciales continúa aumentando a
medida que los empleadores reconocen la versatilidad y protección adicional que
brinda este producto. Los protectores
faciales son idealmente aptos para entornos donde hay exposición a objetos que
vuelan, desechos transportados por el aire, impactos, salpicaduras de productos
químicos o radiación óptica nociva y cualquier otro entorno en que las gafas de
seguridad resulten insuficientes. Disponibles
en una amplia variedad de tamaños y con diferentes características, los
protectores faciales ofrecen una solución versátil para entornos de alto riesgo
y múltiples riesgos en prácticamente cualquier industria.
Los protectores faciales han sido ampliamente
reconocidos como un elemento imperativo para reducir las lesiones laborales. La Norma Z87.1
del Instituto Nacional de Normalización Estadounidense (American National
Standards Institute, ANSI) exige el uso de protección ocular y facial si las
máquinas u operaciones presentan un riesgo potencial de lesiones oculares o
faciales debido a agentes físicos, químicos o radiactivos. Debido a que son considerados una forma
secundaria de equipo de protección personal (EPP), el ANSI exige el uso
combinado de protectores faciales con gafas o lentes de protección de
seguridad, ambos considerados una forma fundamental de protección. Muchos gerentes de seguridad incorporan
protectores faciales en sus programas más allá de la orientación brindada por
el ANSI para garantizar la mayor protección posible contra los peligros
específicos de su entorno laboral.
A pesar de las reconocidas ventajas de seguridad que
brindan los protectores faciales, el incumplimiento sigue siendo un problema. Las
razones principales por las que los trabajadores no usan o se quitan los
protectores faciales incluyen dificultad para lograr un calce cómodo o seguro y
dificultad para usarlos apropiadamente. Sin
embargo, el incumplimiento deja a los trabajadores en una situación de
vulnerabilidad ante lesiones graves, que abarcan desde cortes hasta quemaduras
químicas y ceguera permanente. El
costo de una lesión ocular o facial para un individuo es significativo y puede
oscilar desde tiempo perdido hasta gastos médicos continuos, incluida una
capacidad reducida de disfrutar la vida o incluso ganarse el sustento. El impacto para los empleadores es
significativo también. La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional de
los EE.UU. afirma que el costo de las lesiones oculares en el entorno laboral
para empleadores supera los 300 millones de USD al año en tiempo de producción
perdido, gastos médicos e indemnización al trabajador.
Es importante entender los diversos aspectos de los
protectores faciales a fin de seleccionar aquellos que asegurarán óptima
comodidad, calce seguro y facilidad de uso para la fuerza laboral. Cuando el uso de protectores faciales
confiables forma parte de la cultura de seguridad de una organización, los
trabajadores se benefician de un entorno más seguro y los empleadores se
benefician de ahorros significativos por lesiones laborales. Este artículo analiza los factores que
deben considerarse al seleccionar la protección facial para su fuerza laboral.
La
comodidad y el ajuste encabezan la lista
Los principales factores que respaldan el cumplimiento
del uso de protectores faciales incluyen la comodidad y el ajuste. Los trabajadores cuyos protectores
faciales carecen de estos atributos son más proclives a quitarse su EPP, incluso
en presencia de peligros, por lo que quedan vulnerables a lesiones graves o
incluso la muerte. Un protector
facial debe ajustarse perfectamente, como un casco. La mejor manera de garantizar un buen calce es mediante la
suspensión del protector facial, conocido como su protector de cabeza.
El
ajuste adecuado es clave
El protector de cabeza suele ajustarse mediante una
banda de sujeción para la cabeza que se adapta a la circunferencia y mediante
una banda superior para lograr la profundidad adecuada. Las bandas flexibles y moldeadas tienden a ofrecer un ajuste más
personalizado y la mayoría de los usuarios encuentran que es más fácil ajustar
la banda mediante un sistema de trinquete en lugar de pasadores de bloqueo.
El ajuste que comúnmente pasa inadvertido es el de la
banda superior. Al ajustar esta banda solo una vez, antes de realizar los otros
ajustes, el usuario puede lograr la profundidad de calce adecuada y, por lo
tanto, la mayor estabilidad general. Al
usarlo adecuadamente, el protector facial debe estar centrado sobre el cuerpo
para un equilibrio óptimo y la suspensión debe situarse entre una y media
pulgada por encima de las cejas.
Si bien el protector de cabeza ajustable resulta
fundamental para lograr un calce cómodo y seguro, evite opciones de ajuste que
sean demasiado complejas. Los protectores de cabeza con demasiadas opciones o
mecanismos de ajuste que demandan demasiado tiempo, esfuerzo o precisión pueden
inhibir el uso adecuado. Si no se balancea la profundidad correctamente, el
protector facial puede quedar inestable. Como
resultado, el usuario tiene que esforzarse para trabajar con su cabeza en una
posición rígida para que el protector no se balancee o deslice fuera de
posición. A menudo, los trabajadores
ajustan demasiado la banda de la cabeza para compensar el ajuste inadecuado de
la profundidad. No obstante, el
ajuste incorrecto de la banda de la cabeza puede causar dolores de cabeza,
fatiga y puntos de presión dolorosos, lo que puede llevar a distracciones o
incluso a la remoción del protector por completo.
Los protectores de cabeza bien diseñados pueden marcar
una gran diferencia en la comodidad y satisfacción del trabajador que usa el
protector facial. Un protector de
cabeza mal diseñado pueden incrustarse en la frente del usuario y la presión
mal distribuida a lo largo de la suspensión causará una sensación de peso
excesivo, así como fatiga y malestar. Busque bandas para la cabeza más anchas
que distribuyan la presión de forma más pareja por la frente y que presenten
una almohadilla de calidad de caucho firme o telas más suaves con amortiguación
para promover la comodidad durante toda la jornada laboral.
Facilidad de uso
Otro factor que
respalda el cumplimiento del uso de protectores faciales es la facilidad de
uso. Independientemente de que se use
solo o en conjunto con otros equipos de protección, como lentes.
Dado que los protectores faciales casi siempre se usan
en conjunto con otras formas de EPP, la interacción entre ambos necesita ser
sencilla para asegurar el éxito en el cumplimiento. Por lo general, los protectores faciales se usan en simultáneo
con cascos; también pueden usarse orejeras protectoras, guantes y otros
dispositivos. Al usar conjuntamente
cascos con protectores faciales, observe si existen espacios entre la visera
del casco y el soporte del protector facial.Un espacio libre allí puede permitir la entrada de partículas por detrás
del visor o incluso provocar que se desprenda el protector facial. Dado que los entornos laborales a menudo
contienen una variedad de modelos de casco, busque un diseño sencillo de
protector facial que se adapte a una amplia gama de cascos, no solo uno o dos
modelos, para lograr un ajuste seguro universal para la mayoría de las
combinaciones. Para los trabajadores
que usan protección para las manos, tenga en cuenta que su destreza manual se
ve restringida, por lo que resulta fundamental que el calce del protector
facial y los mecanismos de ajuste sean fáciles aún usando guantes.
Consideraciones
adicionales
Los rayones son la razón número uno de reemplazo de
protectores faciales. Los visores
tratados con recubrimientos resistentes a rayones son una elección popular
porque aseguran óptima visibilidad y prolongan la vida útil del visor. De forma similar, en entornos de alta
temperatura y humedad donde el empañamiento es un problema de seguridad, los
recubrimientos anti empañantes son una solución importante para promover y
prolongar una visibilidad clara. Para
aplicaciones especializadas, como aquéllas donde están presentes altas temperaturas
y/o radiación infrarroja, hay disponibles visores para protectores faciales con
lentes en varias tonalidades o con revestimientos antirreflejo. En entornos electrificados, los
protectores faciales y el resto de EPP deben cumplir con la calificación dieléctrica
apropiada. Asegúrese de que las
bisagras, las trabas y los demás accesorios utilizados como protección
secundaria sean no conductivos para mantener la calidad dieléctrica del EPP en
su totalidad y evitar el riesgo de descargas eléctricas.
Cuando no están en uso, los
protectores faciales generalmente se llevan por encima de la cabeza. Si hay
áreas con poco espacio, asegúrese de que el diseño discreto del protector
facial no provoque interferencias peligrosas cuando sea utilizado por encima de
la cabeza. Asimismo, si los trabajadores suelen utilizar los
protectores levantados, busque un diseño que centralice su propio peso cuando
el protector facial este alzado para evitar la fatiga y proporcionar la máxima
comodidad.
Al igual que con todos los otros
EPP, es importante seleccionar un protector facial que permita que los
trabajadores se concentren en sus tareas y no en sus equipos de protección. Cuando se trata de asegurar un ajuste seguro,
comodidad durante toda la jornada laboral y facilidad de uso, busque aquellos
productos cuyos sistemas sean sencillos, rápidos y sin complicaciones y cuyas
características permitan que los usuarios se los coloquen y se olviden de
ellos, aún cuando se usen otros EPP en simultáneo. Cuando los empleadores eligen el protector
facial correcto para sus trabajadores, ambos se benefician, los trabajadores
con una mayor protección y tranquilidad y los empleadores con una fuerza de
trabajo más segura y productiva.
Fuente:
EHS
Today ejemplar de mayo de 2013
por Kevin Beckerdite, Gerente
de Productos, Protectores Faciales Uvex®, North® y Fibre-Metal®, Honeywell Safety Products
